Nutrición y enfermedad renal crónica

En la actualidad, las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son la causa del 70% de las muertes en los países en vías de desarrollo. Las principales ECNT son la enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes y enfermedad renal crónica (1).

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es considerada un problema de salud pública,  al documentarse  incrementos del 600% en las tasas de prevalencia en los últimos 30 años, incrementando con ello la demanda de terapias de reemplazo renal (TRR). En México se estima que 12 millones de mexicanos cursan con algún grado de ERC, de los cuales 55 101 pacientes reciben TRR según el censo del IMSS, quien atiende al 73% de la población. La diabetes mellitus y la hipertensión arterial representan la causa del 87% de los casos (2).

La ERC y la TRR se asocian con algunas complicaciones clínicas, entre las que destacan el incremento en las tasas de infecciones y en la tasa de mortalidad, afectación en la calidad de vida y mayor riesgo de desnutrición conforme disminuye la función renal. Esta condición se denomina Desgaste Proteico Energético (DPE), cuya prevalencia oscila entre un 50-75% en pacientes con ERC G4-5, y hasta en un 75% de los pacientes con TRR (3)(4). En México, Yanowsky-Escatell FG y cols reportan una prevalencia del 65% en una población de pacientes en DP (5). Algunos de los factores etiológicos del DPE son la disminución en el consumo de energía y proteínas, el incremento en el gasto energético, la presencia de un estado inflamatorio crónico, el catabolismo proteico asociado a la acidosis metabólica y la pérdida de nutrimentos debido a la TRR, entre otros (6).

La evaluación exhaustiva del estado nutricional, incorporando parámetros antropométricos, bioquímicos, clínicos y dietéticos, es fundamental para identificar las problemáticas nutricionales de este grupo poblacional, permitiendo con ello idear las estrategias dietéticas/nutricionales más adecuadas para su condición de salud.

En materia de evaluación nutricional, es importante que el profesional conozca las ventajas y limitantes de cada uno de los indicadores, ya que algunos de ellos, como la antropometría y los indicadores bioquímicos, pueden verse alterados por la sobrehidratación asociada a la pérdida de la funcionalidad renal y por el estado inflamatorio que acompaña a ésta.

La implementación de estrategias dietéticas/nutricionales ha mostrado mejorar el estado urémico del paciente y otras complicaciones como desequilibrio hidroelectrolítico, retrasando también la progresión de la enfermedad (7).

Las estrategias dietéticas deben ir dirigidas a resolver las problemáticas nutricionales y a aminorar el estado urémico e inflamatorio, impactando con ello en la acidosis metabólica característica de esta enfermedad. Algunas de las estrategias a implementar son: 1) la prescripción de probióticos, prebióticos y simbióticos, los cuales pueden modular la composición de la microbiota intestinal y disminuir la síntesis de toxinas urémicas, además de disminuir la translocación bacteriana, impactando de ésta forma en el estado inflamatorio y urémico (8), 2) la disminución en el consumo de proteínas y de productos industrializados, lo cual ha mostrado disminuir la uremia y la hiperfosfatemia, disminuyendo con ello la progresión de la enfermedad y el riesgo cardiovascular (9), 3) incrementar el consumo de frutas y verduras, lo cual puede mejorar la ácidosis metabólica, disminuyendo con ello la resistencia a la insulina y el catabolismo muscular (10), 4) la suplementación de algunos nutraceuticos, como omega 3, selenio, vitamina D, entre otros, que pueden mejorar diversos aspectos, entre ellos la inflamación, el estrés oxidativo, y la mortalidad, entre otros.

El monitoreo constante del estado nutricional permite evaluar la efectividad de las intervenciones prescritas, realizando modificaciones oportunas en la terapéutica con la finalidad de impactar de forma positiva en la salud del paciente.

La implementación del proceso de cuidado nutricional por parte del profesional de la nutrición tiene un impacto positivo en el curso de la enfermedad renal crónica, por lo que la actualización constante y la adopción de dicha metodología de trabajo representan un compromiso profesional.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. GBD 2015 Risk Factors Collaborators. Global, regional, and national comparative risk assessment of 79 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks, 1990-2015: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2015. Lancet 2016; 388:1659–724. doi:10.1016/S0140-6736(16)31679-8.
  2. Méndez-Durán A, Ignorosa-Luna MH, Pérez-Aguilar G, Rivera-Rodríguez FJ, González-Izquierdo JJ, Dávila-Torres J. Estado actual de las terapias sustitutivas de la función renal en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2016; 54(5): 588-593
  3. Kovesdy CP, Kopple JD, Kalantar-Zadeh K. Management of protein-energy wasting in non-dialysis-dependent chronic kidney disease: reconciling low protein intake with nutritional therapy. Am J Clin Nutr. 2013; 97: 1163-1177
  4. Gracia-Iguacel C, González-Parra E, Barril-Cuadrado G, Sánchez-R, Egido J, Ortíz-Ardúan A, Carrero JJ. Defining protein-energy wasting syndrome in chronic kidney disease: prevalence and clinical implications. Nefrologia 2014; 34(4):507-519
  5. Yanowsky-Escatell F, Pazarín-Villaseñor L, Andrade-Sierra J, Zambrano-Velarde M, Preciado-Figueroa F, Santana-Arciniega C, et al. Desgaste proteico energético en pacientes con diálisis peritoneal en México. Rev Chil Nutr. 2017; 44(1): 111-112
  6. Carrero JJ, Stenvinkel P, Cuppari L, Ikizler TA, Kalantar-Zadeh K, Kaysen G, Mitch WE, et al. Etiology of the Protein-Energy Wasting Syndrome in Chronic Kidney Disease: A Consensus Statement  From the International Society of Renal Nutrition and Metabolism (ISRNM). J Ren Nutr. 2013; 23(2): 77-90
  7. Kalantar-Zadeh K, Fouque D. Nutritional Management of Chronic Kidney Disease. N Eng J Med. 2017; 377: 1765-1776
  8. Osuna-Padilla IA, Leal-Escobar G.  Alteraciones en el Eje Intestino-Riñón durante la Enfermedad Renal Crónica: Causas,  consecuencias y propuestas de tratamiento.  Revista Española de Nutrición Humana y Dietética.  2017; 21(2): 174-183  
  9. Osuna- Padilla IA, Leal-Escobar G, Garza-García CA. Manejo Nutricional de la Hiperfosfatemia en la Enfermedad Renal Crónica. Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria. 2017; 34(4): 140-148
  10. Siener R. Dietary Treatment of Metabolic Acidosis in Chronic Kidney Disease. Nutrients. 2018; 10(4): 512

 

 

PUBLICACIONES DEL AUTOR: 

  • Proceso de cuidado nutricional en la enfermedad renal crónica. Manual para el profesional de la nutrición.

https://tienda.manualmoderno.com/propedeutica-y-semiologia-medica-9786074487039-9786074487138.html