¿Por qué necesitamos la filosofía de la ciencia en la psicología forense?
Cuando los psicólogos forenses nos presentamos en audiencia, tenemos que sustentar la validez científica de la labor que realizamos, incluso mostrando y defendiendo cómo el método, técnica y herramientas cumplen los estándares científicos que nos presenta la comunidad jurídica y académica (Vázquez-Rojas, 2014). Así mismo, en textos académicos se plantea cómo la labor del psicólogo forense en una evaluación es una investigación científica a pequeña escala (Espinosa, 2011).
Sumado a esto, se han generado discusiones académicas de la ética y cientificidad de los conceptos técnicos psicológicos forenses, también conocidos como contrainformes. Relacionado a los conceptos, la psicología sufrió hace unos años lo que se conoce como la “crisis de la replicación”, donde se evidenció que pocas investigaciones en el campo realmente eran replicadas, lo que llevó a preguntar sobre las implicaciones en la psicología forense (Chin, 2014).
Por otro lado, en Colombia, al revisar la guía base de evaluación psicológica forense del instituto de medicina legal y ciencias forenses, se refiere a que el psicólogo debe hacer uso del método científico en su proceso de investigación (INMLYCF, 2009). De manera que, en la guía propia del país, se establece este método como un elemento fundamental para la labor forense científica.
Lo anterior orienta hacia unas preguntas; ¿cumple adecuados niveles de cientificidad la labor del psicólogo forense? ¿el método utilizado es adecuado? ¿cómo discriminamos la labor científica de la no científica en el campo de la psicología forense? ¿qué uso le estamos dando a las teorías en la labor forense? Y estas preguntas nos llevan a una más integral ¿qué hace que un abordaje psicológico forense sea verdaderamente científico?
Cuando esta pregunta se busca responder desde el método, de si un abordaje que realiza un perito es científico por su método o las características puntuales del mismo, se está apelando al problema del método. Este refiere a las discusiones y planteamientos que se han hecho sobre si las ciencias deben tener una metodología fija, si cada una debe tener su método, si cada una debe tener al menos un elemento en común en su método o si, por el contrario, no debe existir algo así como un método en la ciencia (Ladyman, 2002).
Si se busca responder esta pregunta a partir de un criterio diferencial, como por ejemplo decir “todo informe psicológico forense para ser científico debe ser completamente replicable, revisable o tener teorías falsables”, se está apelando al problema de la demarcación. El problema demarcativo refiere a la exploración de cúal criterio es el que permite distinguir lo científico de lo no científico, principalmente lo científico de lo pseudocientífico, ya sea el método o cualquier otro elemento (Ladyman, 2002).
Cada uno de estos problemas son explorados y trabajados desde la filosofía de la ciencia, donde se pueden encontrar múltiples pensadores y científicos que los han buscado responder (Bunge, 1988; Popper, 1959; Kuhn, 1992) y, cómo se puede explorar también, terminan impactando la labor del psicólogo forense. Ante esto, se considera necesario que los psicólogos forenses no solo conozcamos de estas discusiones, sino que participemos en ellas y saber cómo pueden impactar en la labor que realizamos.
Es importante conocer de lo que ya se ha discutido y planteado sobre el tema para no generar discusiones ya realizadas, o para saber cuáles planteamientos desde la filosofía de la ciencia son los que más marcan el trabajo del perito. Por su parte, el participar en estas discusiones, permite que los psicólogos forenses puedan tomar posición propia sobre los estándares que definen la cientificidad de su labor, no solo tomando de lo que se ha dicho y trabajado de manera externa, sino generando elementos internos que permitan una discusión bidireccional con lo ya existente.
Finalmente, estas discusiones pueden llevar a una ampliación del campo de manera multidisciplinar ya que requeriría el diálogo con filósofos, físicos, químicos, antropólogos, economistas y todas las ciencias y disciplinas que se han formulado estas preguntas a lo largo de los años. Es ante lo anterior, de manera breve, por lo cual se considera que la filosofía de la ciencia debe ser un campo reconocido y explorado por los psicólogos forenses para la ampliación de nuestra labor y lograr un mayor fortalecimiento en nuestra argumentación científica.
Referencias
Bunge, M. (1988). La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires: Siglo XX
Chin, J. M. (2014). Psychological Science´s replicability crisis and what it means for science in the courtroom. Psychology, Public policy and Law. 20(03), 225-238.
Espinosa, A. (2011). La psicología del testimonio. En G. Hernández (Ed.), Psicología Jurídica Iberomaericana. Bogotá: El Manual Moderno.
INMLYCF. (2009). Protocolo evaluación básica en psiquiatría y psicología forenses. Bogotá, Colombia.
Kuhn, T. S. (1992). La estructura de las revoluciones científicas. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.
Ladyman, J. (2002). Understanding philosophy of science. London & New York: Routledge.
Popper, K. R. (1959). The Logic of Scientific Discovery. New York: Harper & Row.
Vázquez-Rojas, C. (2014). Sobre la cientificidad de la prueba científica en el proceso judicial. Anuario de psicología jurídica. 24(1), 65-73. Dispo
nible en https://doi.org/10.1016/j.apj.2014.09.001, último acceso 11-07-19.